Nadie viene a la tierra para quedarse. Nuestros cuerpos son como los rosales, sus pétalos se marchitan y mueren. Pero nuestros corazones son como la hierba en primavera, viven para siempre y reverdecen eternamente.
Antiguo poema mejicano en la lengua nahualt
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Que interesante, descubrí este espacio por casualidad, pero creo que no hay casualidades sino causalidades..VIVIR es maravilloso, que poema tan hermoso
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Que interesante, descubrí este espacio por casualidad, pero creo que no hay casualidades sino causalidades..VIVIR es maravilloso, que poema tan hermoso
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