sábado, mayo 15, 2010

Ambigüedad

Hace unas pocas semanas comprendí súbita aunque no casualmente la belleza y la fuerza de la palabra "ambigüedad".

¿Puede la coherencia absoluta ser dogma y la coherencia de uno con sus propias ambigüedades y las de su mundo ser moral? ¿Cuál es el nivel de madurez necesario para poder salvar la forma de vida que uno considera constructiva? 
 Si bien el fin no justifica los medios, ¿es la ambigüedad de las cosas la razón por la que los motivos importan tanto en las acciones que emprendemos? ¿Es por esto por lo que Ender Wiggin se convirtió en un héroe: porque tomó una decisión tan difícil, aunque sólo fuera en juego, que no existía nadie más dispuesto a tomarla?
¿Cuánta riqueza, elegancia, penetración y creatividad existe en una ambigüedad, así como pueden existir en la ironía o en la mordacidad?
¿Hasta qué punto es crítico y apremiante que nuestras mentes empiecen a ser ya capaces de manejar las contradicciones y las ambigüedades?
Gaia

6 comentarios:

pmisson dijo...

Creo que muchas veces no es que las cosas sean ambiguas. Simplemente nuestro limitado cerebro no es capaz de analizarlas en la dimensión adecuada y erramos al proyectar las a nuestro subespacio existencial.

xhaju dijo...

Desde hace tiempo creo que el humor, como forma elemental y muchas veces soslayada de inteligancia, radica efectivamente en el poder de la ambigüedad.
La ambigüedad es generalmente tomada como contraposición a la precisión, y supongo que el poder de la ambigüedad radica en que tenemos una capacidad limitada para expresarnos y ella tiene en su dominio todos aquellos lugares en los que nuestra capacidad "falla".

Sin embargo, ese "fallo" en potencia puede ser propósito de facto, pues la ambigüedad es un arma de doble filo: puede confundir a aquel que, no sabiendo muy bien por qué callejones el pensamiento le lleva, va dando tumbos por uno u otro camino sin prestar apenas atención; empero puede ser usado de otro modo para expandir más allá del mero ámbito de la palabra el significado, pues la anfibología puede en ocasiones revelar conexiones ocultas entre ideas aparentemente incoherentes.

Si esto se lleva, por ejemplo, al territorio de la moral podemos ver que las ambigüedades pueden en ocasiones salvar problemas éticos al mostrar de modo implícito que lo que mostramos y lo que, por retruécano, ha sido vislumbrado no son escenas aparte sino partes de un escenario unificador más fundamental. A veces, no obstante, la ambigüedad puede presentar más problemas que resuelve si no existe una manera efectiva de valorar acciones.

Como reflexión, y dada la pincelada definitoria de ambigüedad como contraposición a la precisión, creo que la elegancia, penetración y creación asociadas al uso de una ambigüedad son tanto mayores cuanto mayor sea la precisión posible y soslayada en el asunto.

Gaia dijo...

Y, en el marco de la moral, qu'e sucede cuando la ambig:uedad reside precisamente en la manera de valorar las acciones?

Es necesariamente malo o s'olamente relativo? Matizo: estamos acostumbrados a tomar como referente m'aximo un escenario eminentemente kantiano o socr'atico, en el que los valores morales (compuestos por cada uno para uso y gu'ia de cada uno) son absolutos. Se definen, se sit'uan todos ellos en una escala con las aclaraciones pertinentes y se obra conforme a ellos. Sin embargo, no puede esto a veces ser dogm'atico y limitado? No puede a caso llevarnos a tomar decisiones tan sumamente cen;idas a nuestra moral que de forma pr'actica resulten dan;inas, perniciosas, necias y bienintencionadas pero ciegas?

No es posible que sea acaso m'as inteligente y 'etico (aunque ambig:uo y relativo) tener una moral bien definida y honesta pero sin absolutos tan decididamente inamovibles? Es esa versatilidad de una moral un rasgo que la convierte en puramente sofista, utilitaria, conveniente y egoc'entrica, o es acaso un giro de tuerca m'as, una exigencia de mayor compromiso con la praxis (con la 'etica)?

Finalmente y supuesto que esa flexibilidad fuera un signo de avance y no de retroceso en la madurez moral de la persona, hasta que punto es posible establecer una flexibilidad y versatilidad derivadas de la toma de decisiones inteligentes pero justas que siga siendo independiente de prejuicios culturales y sociales?

pmisson dijo...

Creo que el error esta en que muchas de la decisiones se toman de manera no consciente, llevados por la ambigüedad propia de los sentimientos.

Solo cuando se ejecuta la acción y existe un resultado es posible ver realmente el posible aplicar una moral.

Creo que la moral si puede ser precisa, lo que no puede serlo es la toma de decisiones en un ambiente tan complejo que uno no puede controlar todas las variables o algunas ni siquiera tienen valor definido ni el resultado.

Gaia dijo...

Ergo la "ambig:uedad moral" no necesariamente va de la mano con el relativismo moral...

Es m'as, existe una ambig:uedad moral inherente al proceso de toma de decisiones, la cual no "colapsa" en un valor determinado hasta que efectuamos la medida... Pmisson, creo que la evidente semejanza con la cu'antica que tiene la moral en la forma en la que t'u has enunciado el problema acaba de explicar porque la 'etica, pensada a fondo y con casos concretos, es tan sumamente complicada! Los resultados de los experimentos morales no son triviales y los observables morales poseen funci'on de onda!!

Tengo que pensar m'as en esto. Quiz'as una nueva teor'ia de la moral? ;-)

xhaju dijo...

No te bañarás dos veces en el mismo rio, ni te mirarán desnudo bajo el agua los mismos peces.